martes, 27 de octubre de 2015

UN PROMEDIO DE 9,26... LO LEGITIMA TODO (PARA BIEN O PARA MAL).

Como ya hemos indicado en desdeelauladefilosofia.blogspot.com, a la finalización de las dos sesiones correspondientes a la realización del mapa mental, distribuido el aula en individual, los alumnos han procedido a la cumplimentación de la “Rúbrica del Proceso” desde una doble perspectiva: cuantitativa y cualitativa. Los alumnos debían de prestar atención y evaluar los siguientes ítems a partir de sus observaciones e interacciones durante la sesión cooperativa.

Ítems evaluación

Como se puede observar, el primero de los ítems está relacionado con su responsabilidad individual fuera de las aulas, es decir, con el trabajo que cada uno tenía que realizar en casa y presentar a sus compañeros para elaborar el producto en común a partir de los trabajos individuales. El resto de los ítems son: interés (proceso y producto), responsabilidad, respeto y utilidad. Éstos, se entiende que forman parte de habilidades que el alumno debe de tener en cuenta como premisas iniciales para la cooperación (interacción e interdependencia) y que, por otra parte, manifiestan el grado de implicación del alumno con la tarea encomendada.
Respecto de la escala con la que se ha evaluado la “Rúbrica del proceso” en su parte cuantitativa ha estado comprendida entre “3-0” considerándose que el 3 reflejaba que el alumno había sido excelente y que el “0”, por el contrario, que el alumno no había manifestado "nada" de lo que se esperaba de él. He de reconocer que, cuando pensé en la escala "3-0", a excepción de lo que se comentará a continuación, nunca consideré que un alumno pudiera ser evaluado por sus compañeros con "0", es decir, que en el desarrollo de las aulas y en lo que tiene que ver con sus actitudes, un alumno estuviera durante la sesión cooperativa "de brazos cruzados". 



Escala de evaluación





Considérese que, como se indica, cuando un alumno no trae el material que debería de haber elaborado en casa o, que por otra parte, ha olvidado, deberá de evaluarse con un "0" en la casilla correspondiente y no podrá evaluarse con la máxima puntuación su interés y responsabilidad en el proceso durante las sesiones cooperativas (como se indica en la rúbrica y se entiende que es coherente con el proceso). De hacerlo, el alumno evaluador será penalizado con un punto por cada error en la cumplimentación.


Responsabilidad individual, interés y responsabilidad en el aula.
Debe de considerarse que, junto con la observación, posterior evaluación y calificación por parte de los compañeros, el alumno evaluador, si cometía errores/ausencia en la cumplimentación de la "Rúbrica de proceso" por no prestar atención a las instrucciones que el mismo instrumento recoge, sería penalizado con “1” punto por cada error/ausencia. Motiva la norma, en su exageración, el facilitar al profesor el análisis de los datos que los alumnos vuelcan sobre el documento pero se entiende que, todo el procedimiento es informado en su inicio y que no requiere de una extraordinaria atención que pudieran replantearse que la posibilidad del error fuera alta. En este sentido, si que debe de indicarse que una alumna ha sido penalizada en por sus errores llegando a una calificación de “2”.

Instrucciones/Indicaciones informadas desde el inicio del proceso.



Por otro lado, considérese que, como están informados, esta calificación se convertirá en un “coeficiente corrector” respecto de la “Nota del Producto", dividiendo la "Nota del proceso" entre “10” y multiplicando su producto por la “Nota del producto”. De esta forma, solo los alumnos que han sido evaluados con un 10 (responsabilidad individual, interés, responsabilidad en el proceso, respeto y utilidadmultiplicarán el producto por “1”, los evaluados con 9,5, multiplicarán el producto por 0,95 y, así, sucesivamente. La fundamentación se encuentra en tratar de corregir las posibles desviaciones que en ocasiones se han observado en las aulas, especialmente las de aquellos que no cumplen con su responsabilidad individual fuera de la sesión y no aportan sus materiales.
Desde una perspectiva cuantitativa, los datos obtenidos sobre 75 alumnos son los siguientes:
  • Promedio: 9,26
  • Calificación Máxima: 10.
  • Calificación Mínima: 2.
¿Qué conclusiones podríamos sacar que estén en concordancia con las observaciones del profesor?
En mi caso, asumiendo el rol de observador/evaluador durante las sesiones cooperativas, tengo claro que mi punto de vista es unidireccional, es decir, "si miro allí, no miro aquí (y viceversa)". Sin embargo, creo que es fácil controlar las desviaciones, es decir, aquellos que despuntan es su trabajo o mantienen una posición pasiva durante la sesión. 
Si algo tengo que concluir es que, durante las sesiones y en términos muy generales, los alumnos trabajan y, si se va agotando el plazo de entrega, la focalización en el trabajo es mayor. Desde lo expuesto, no tengo un porqué que me obligue a invalidar las evaluaciones de los alumnos.
Por otra parte, es verdad que los alumnos no tienen muy clara una cultura de la evaluación y su concepto de excelencia "3" es, en ocasiones, muy distante al del docente. Si hiciéramos una transposición, un 3 de evaluación podría considerarse, salvando distancias, un 10 de calificación, ¿no? Pero, aceptando una ausencia de cultura evaluativa, creo que es necesario ir introduciendo el ejercicio de la evaluación entre iguales.
Ahora bien, es importante empezar a trabajar que, desde su libertad y responsablemente, orientado por el profesor en el proceso de evaluación, el alumno reflexione sobre el proceso y evalúe a sus compañeros y asuma las consecuencias de su decisión: amigo vs. compañero de trabajo.
Aceptadas entonces como válidas (y siendo contrastadas con los los diarios de aula en donde se recogen las observaciones/evaluaciones del profesor), y analizado que las desviaciones son fruto de una falta de atención por parte de los alumnos, este es el primero de los argumentos para legitimar el proceso y lo que podamos concluir a partir de él. Así, el 9,26 de promedio legitima cualquier proceso posterior que queramos llevar a cabo a partir de las sesiones cooperativas. Es verdad que tendremos que salvar circunstancias, aptitudes, competencias, decisiones... individuales que puedan tener repercusión en el grupo pero la calificación promedio del proceso es tan excelente y con tanta fuerza que dará por válido el proceso y las consecuencias derivadas.
La segunda parte de la "Rúbrica del proceso" viene dada por una pregunta que me parece fundamental que los alumnos evalúen a la finalización del proceso:

¿Qué has hecho tú?








Revisando las evaluaciones, más del 90% de los alumnos manifiestan (escriben) que sí, que están preparados para su defensa y que la calificación resultante sea una calificación de grupo. El resto de los alumnos, también responden afirmativamente pero matizan que es necesario repasarlo o revisarlo en casa antes de la presentación, en ese caso, del mapa mental. Pero, en conclusión, todos responden afirmativamente aunque, los menos, introduzcan algún matiz.
Es claro que la formulación de la pregunta pone al alumno ante la tesitura de tener que responder, casi, afirmativamente ya que su papel durante la elaboración del producto era de cuidado y responsabilidad sobre las dificultades y carencias de su compañeros mostrando siempre una actitud que posibilitara que aquéllos pudieran superar sus dificultades. Es lo que se conoce como interdependencia positiva o la cadena será tan fuerte como el más débil de sus eslabones. En todo caso, llegado el momento, siempre existe el argumento de las evaluaciones que, individualmente, se han otorgado entre ellos. Si a un compañero le he evaluado brillantemente y ha resultado una calificación de 8, ¿cómo no voy a asumir como propios sus aciertos si ha sido responsable, ha mostrado interés, respeto y ha sido útil? Pero, si me equivoqué en la evaluación del compañero (a quien tal vez consideré amigo), no me quedará otra que asumir como propios sus errores.

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