domingo, 27 de marzo de 2016

EVALUACIÓN, CALIFICACIÓN Y AUDITORÍA: EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO DE LA REALIDAD (ABP)

Después de las sesiones en las cuales los alumnos elaboraron los respectivos productos, por azar y antes de cualquier puesta en común de las conclusiones, ellos evaluaron y calificaron los productos de otros compañeros. Si los alumnos habían analizado, entendido y comprendido el problema planteado, desde los materiales trabajados, ya contaban con un criterio, el suyo, desde el que poder evaluar el trabajo de sus compañeros. En esta primera sesión de evaluación, los alumnos contaban con un “Acta de Evaluación” el cual iban cumplimentado, según indicaciones, y obtenido la calificación de cada uno de los apartados.





En la sesión siguiente, en una puesta en común de y con toda la clase, expuse y defendí una propuesta de solución al respecto del problema planteado utilizando para ello un “Mapa Mental” en el que se analizaba, desde los materiales trabajados, el problema que se había planteado. Era el momento en el que, siguiendo el criterio de verdad de la evidencia intersubjetiva y el diálogo como vehículo para la determinación de consensos, se trató de determinar el marco de una vía de solución.
Antes de finalizar esta sesión, y por si fuera necesario perfilar o corregir la primera evaluación “a ciegas” (con su solo criterio) se devolvió a los grupos correctores sus “Actas de Evaluación” por si fuese necesaria su modificación después de la puesta en común. Concluida la Evaluación por parte de los compañeros, todo el material se devuelve al grupo que lo ha realizado para que, desde los criterios e instrumentos que se están utilizando para su evaluación, pueda formalizar por escrito una reclamación respecto de la incorrecta aplicación de alguno de los criterios y que, si así lo estima el grupo evaluador (por otra parte, quien asume toda la responsabilidad de su criterio si se diera el caso de ser evaluado), puedan tenerlo en consideración.
El siguiente de los pasos era la Auditoría de los “Actas de Evaluación” por parte del Profesor Auditor. En este sentido, y como viene siendo habitual el procedimiento, por azar, se audita la corrección de uno de los grupos por clase. Como se ha indicado ya, la auditoría pretende el objetivo de centrar a los alumnos en el trabajo de evaluación de sus compañeros dado que no se permite una desviación de más de 1,5 puntos de diferencia entre su corrección y la del Profesor Auditor.




En todo caso, el proceso, aún, no concluye aquí. De la Auditoría resulta un acta que se expone públicamente en el tablón del aula para que pueda ser analizado por los alumnos y, en caso de observarse que alguno de los criterios por parte del Profesor Auditor no está correctamente aplicado, pueda reclamarse antes de darse por finalizado todo el proyecto.
Resultados:
Al respecto de los resultados, se obtuvieron los siguientes promedios.
Proceso, es decir, cómo trabajan los alumnos evaluado por ellos mismos: 9,64. Considerando que es un promedio, se concluye que su evaluación, respecto de ellos mismos, es excelente. Como ya se ha apuntado, para bien o para mal, esta  calificación legitima todo lo demás…
Productos, es decir, el qué que ha resultado desde el cómo hemos trabajado: 6,84.
Conviene apuntar que, de los tres grupos auditados, solo uno superó con éxito la auditoría; un grupo, fue penalizado en el informe (no en el mapa mental); el tercero, fue penalizado por la totalidad de la corrección. En todo caso, y permaneciendo expuestos los actas de corrección, ningún grupo reclamó la incorrecta aplicación de los criterios por parte del Profesor Auditor quedando legitimado, entiendo, la totalidad del proceso.

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